lunes, 30 de mayo de 2011

clubes

solamente quienes forman o han formado parte de la junta directiva de un Club Deportivo de base son conscientes del verdadero esfuerzo que hay detrás de algo tan aparentemente sencillo como practicar tu deporte favorito a nivel de un pueblo o de una ciudad pequeña. Detrás de un Club de aficionados hay mucho que no se ve, detrás de las equipaciones, de los chicos y chicas que aprenden sobre una pista de baloncesto, de los campeonatos comarcales o escolares donde se van formando como jugadores, de los desplazamientos, de los autobuses, cuando los hay, y de los padres y madres en las gradas animando a los suyos hay muchas horas de trabajo y el esfuerzo de gente, normalmente poquita gente, que trabaja de forma altruista y desinteresada en esto del baloncesto. Obviamente tenemos ayuda, sin colaboradores que nos echan una mano de vez en cuando este mundo no sería posible, sin patrocinadores que de forma desinteresada invierten sus euros en equipos donde la rentabilidad publicitaria es más que dudosa no podríamos salir adelante, sin muchas pequeñas empresas que ceden, a forma de aquel famoso óbolo del Domund, una colaboración que más bien es un aportación a fondo perdido tampoco. Y todo esto ocurre porque de una u otra forma colaboradores, patrocinadores y empresas también sienten el vinculo que todos quienes nos dedicamos a esto tenemos, nos gusta el baloncesto, jugamos, competimos, podemos ganar o perder, pero lo que siempre tenemos claro es que quien juega, repite, quien tuvo, retuvo, y todo aquel que se siente participe de la estructura de un Club deportivo no lo deja nunca, con el tiempo es posible que se tome un descanso, que no practique, que no forme parte de su estructura directiva y se tome un tiempo sabático, pero sabes que cuando le llamas no falla y se vincula de una forma o de otra aportando su grano de arena a construir algo que es mucho más potente que el deporte profesional, el sentimiento de hacer lo que te gusta y enseñar a otros a que también lo puedan sentir, en definitiva disfrutar del baloncesto.

lunes, 2 de mayo de 2011

fin de fiesta

nuestro partido de esta jornada fue un fiel reflejo de nuestra temporada, equipo veterano ante equipo joven, pocos efectivos por nuestra parte, muchos errores en la circulación de balón, en el tempo de partido y falta de fondo físico motivado por la ausencia de rotaciones. También es cierto que jugar seis jugadores frente a un equipo que quiere ganar porque la victoria le asegura el ascenso tampoco es fácil. Lo que estaba anunciado pasó, un equipo como el mio descendido hace ya semanas no tiene ninguna motivación frente a otro que se juega una plaza de ascenso para llegar a preferente; la acumulación de circunstancias hizo el resto, dos semanas sin entrenar como homenaje a la semana santa, ausencias varias, lesionados y sanciones conforman la tormenta perfecta para nosotros, eramos poquitos sin posibilidad de rotaciones frente a un equipo físico, estaba escrito. Eche de menos esta temporada eso que se llama espíritu de grupo, a pesar que esta vez sí hubo cervecita después del encuentro, y eso que nos crujieron y bien (-50) en el monto de la temporada pocas salidas de cena con el equipo, poca alegría, que yo recuerde solo una triste comida, y digo triste porque fuimos pocos, tras el torneo de Navidad. Hay quien dice que no hace falta ganar para divertirse y quedar después, yo digo que el ánimo del que pierde, y pierde mucho, no es el mismo y cuesta más hacer grupo. Mi parecer es que siento nostalgia esta temporada de cierta camaradería y que nos ha sobrado sufrir, la bilis nunca fue buena compañera de las digestiones, supongo que el exceso de mala baba ha contribuido a quitarnos el hambre y que las "quedadas" gastronómicas se quedasen en el olvido. Mal resultado final el del descenso en una temporada que pusimos más ilusión que argumentos, como grupo malas sensaciones para el fin de fiesta, por mi parte me quedo con hambre.