lunes, 11 de enero de 2010

toñas y polvorones

reanudamos la competición el pasado sábado aunque por lo acontecido en el campo parecía que todos estábamos todavía bajo los efectos de la reciente Navidad, con una "toña" impresionante nos marcamos uno de los peores cuartos de la temporada, la circulación del balón fue tan espesa como los polvorones que visto lo visto en la cancha han sido parte básica de la dieta de los integrantes de mi equipo los pasados quince días. A pesar de probar todas las combinaciones posibles y disponibles en la dirección del equipo, cambio de bases, dos bases, sin base puro, un jugador junior de base, eramos incapaces de subir correctamente el balón sufriendo continuos dos contra uno con el resultado de robo y contra ataque fácil del contrario y aún así, con todo lo dicho, la celebración que tuvimos en la continuación del pasado sábado de la blanca Navidad estuvo completa con el regalo de Reyes con que nos obsequió nuestro rival, tras la exhibición realizada por el experimentado y veterano entrenador-jugador del equipo contrario como alma mater de su equipo donde aglutino liderazgo, defensa, robos de balón, ritmo de partido y acierto en ataque -24 puntos en 20 minutos, casi el 70% de la anotación de su equipo - tras llegar al medio tiempo y situar a su equipo con trece puntos de ventaja se marchó a otro compromiso dejando a sus jóvenes jugadores sin referente y a merced de un grupo de veteranos jugadores heridos en su orgullo que no desperdiciaron el regalo del desconcierto de los jugadores visitantes, al césar lo que es del césar, si bien es cierto que las cosas fueron más fáciles en la segunda mitad la remontada fue posible gracias a que la actitud en defensa del equipo mejoró y mucho y al final pudimos ganar el partido con una cómoda y engañosa ventaja de diez puntos. Lo mejor del día para nosotros la victoria que nos permite seguir pensando en la parte alta de la tabla, como reflexión la evidencia de lo que empieza a ser un equipo a dos velocidades, la distancia entre quienes entrenan con regularidad y quienes no lo hacen se empieza a notar en el campo en el rendimiento global del equipo y para rematar se vio claramente que empezamos a notar en exceso las pocas veces que el equipo puede entrenar al completo, este pasado sábado no importó y con regalo de Reyes incluido salvamos el encuentro, ahora bien parece claro que para afrontar con garantías la segunda parte de la temporada necesitamos recuperar entreno de grupo, algo que no es nada fácil, no somos profesionales y todos quienes formamos parte de este equipo lo hacemos por afición y me consta que los jugadores vienen a entrenar tanto como sus compromisos laborales y familiares se lo permiten por lo que no se les puede pedir más. Como equipo nos enfrentamos a un problema de cantidad y no de calidad, llegaremos más alto en esta temporada dependiendo del número medio de jugadores que consigamos reunir en cada sesión de entrenamiento que en este 2010 que comienza consigamos realizar, un dilema pues simple y llanamente cuantitativo.

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