lunes, 8 de febrero de 2010
dos veces en la misma piedra
dice un viejo dicho que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra y eso fue precisamente lo que nos pasó en esta última jornada en nuestro partido contra el colista, equipo que si tengo que juzgar por los dos partidos que hemos jugado contra ellos esta temporada no me explico el porqué a estas alturas de la competición no ha cosechado ninguna victoria, el caso es que ganamos pero sufriendo muchisimo. Vista la diferencia en la clasificación entre los dos equipos y tras el nivel de juego del partido de la semana anterior mi intención estaba en rotar mucho el banquillo y dar los máximos minutos posibles a los jugadores que habitualmente juegan menos, para ello pedí a los jugadores concentración e intensidad, que no nos relajáramos y nos concentrásemos en hacer nuestro juego, la cosa parecía marchar, en el minuto 4 del segundo cuarto comenzamos a adquirir ventaja y con un júnior y, parafraseando a nuestro alero de Santomera, con "un hombre que jugaba con nosotros" en su cincuenta cumpleaños en la pista rompimos la barrera de los diez puntos de ventaja en el partido y parecía que nos marchábamos en el marcador, el guión se cumplía, partido encarrilado, sin complicaciones y entonces pasó lo que nos pasa casi siempre, no rematamos y le dimos vida al rival, nosotros bajamos nuestra intensidad y nuestro rival aumentó su presión defensiva a medio campo en la subida del balón con el resultado de perder varios balones seguidos lo que facilitó se metiese en el encuentro llegando en empate al final del segundo cuarto. A partir de ahí, partido en un puño, no conseguimos romper el encuentro, de hecho el marcador se convirtió en un péndulo y nuestro nivel de ansiedad iba en aumento ante un escenario que nadie esperaba, de pronto nos estábamos jugando media temporada en casa ante el colista y nadie parecía dar crédito a lo que nos estaba pasando, ante la situación ni rotaciones ni "ostias", mucho miedo a equivocarse, toda la carne en el asador y los titulares jugando muchos minutos con una tensión que no paraba de crecer. Para rematarnos la especialidad de la casa, protestar, tras iniciar el último cuarto con una mínima ventaja de tres puntos y matarnos a defender llegando a puntear todos los tiros nos anotan un triple en la última décima de segundo del último segundo de la posesión, ante la duda de si dentro o fuera del tiempo el arbitro decide dar la canasta y la tensión estalla, técnica a uno de mis jugadores de campo, por cierto el capitán del equipo, por protestar la decisión, como la situación no es lo suficientemente complicada seguimos protestando hasta que nos pitan la segunda técnica esta vez a un jugador de banquillo que protestaba tanto la canasta fuera de tiempo como la técnica anterior - menos mal que mis jugadores tienen muchos partidos a sus espaldas y unos cuantos años de experiencia en esto del baloncesto que miedo me da pesar como se tomaban sus partidos en su etapa juvenil - siendo el jugador de banquillo que protestaba otro chaval, el "hombre que jugaba ese partido con nosotros". Resultado de todo esto último cuarto del encuentro frente al colista en casa, empate en el marcador y cuatro tiros y posesión para el rival. Pedimos tiempo muerto, respiramos hondo, a raíz de esta jugada todo cambio, recuperamos intensidad y concentración, se acabaron las protestas y todo comenzó a ordenarse, más seguridad en los pases, más claridad de ideas en el aro rival y esfuerzo supino en defensa, rompimos el partido con un parcial de (8-0) en tres minutos en el último tramo encuentro y ganamos. Estuvimos a punto de tirar la temporada por un exceso de confianza, volvimos a tiempo y evitamos lo que sin duda hubiera sido la sorpresa del campeonato, ahora bien, tras esta jornada, ¿volverá a haber una tercera vez? , dicen que no hay dos sin tres, esperemos que la tercera no nos toque la semana que viene.
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