domingo, 21 de marzo de 2010

ciclogénesis explosiva

hace relativamente pocas semanas recorrió la península ibérica un fenómeno meteorológico denominado "ciclogénesis explosiva", coloquialmente conocido como "tormente perfecta" el fenómeno se produce al chocar una masa de aire frío con otra de aire caliente donde el encuentro de las diferentes masas desarrolla rápidamente una profunda borrasca en un periodo muy corto de tiempo dando lugar a vientos muy intensos y fuertes lluvias, la potencia de este fenómeno hace que también se la denomine "bomba meteorológica" por sus efectos destructivos; pues eso mismo trasladado al mundo del baloncesto es lo que esta sufriendo mi equipo, una autentica "cliclogénesis deportiva"en un breve espacio de tiempo y con los mismos efectos destructivos en la moral y el juego del colectivo. Volvimos a reproducir esta semana los mismos errores de los últimos encuentros si es posible todavía más intensamente, errores que de alguna manera se han cronificado en las últimas semanas, básicamente la falta de concentración y la ausencia de dureza mental, no solo perdimos el encuentro de esta jornada sino más bien, y esto es lo que me preocupa, tengo una sensación que algo se ha roto de manera más seria en el equipo, no hay ilusión por lo que hacemos y por desgracia parece que el sentir general o por lo menos el ambiente que percibo es el de dejemos pasar esto, que termine lo antes posible y ya esta, es lo que hay. Cuando escucho afirmar a un jugador de los que a mi parecer debería liderar este equipo decir que no cree que podamos ganar ningún partido en lo que nos queda de temporada soy consciente de como de grave es la situación anímica del grupo y del grado de mal ambiente al que hemos llegado, siendo como son mis jugadores de tendencia sufridora y fácil lamento ante esta búsqueda sin fin de culpables en lo que se ha convertido mi vestuario entiendo por mi parte que hay varias razones que han coincidido en nuestro espacio tiempo que han dado lugar, haciendo la analogía meteorológica citada, a esta autentica bomba que se ha llevado por delante la hasta hace relativamente escasas jornadas nuestra buena temporada, el bajón en el nivel de juego y de forma de algunos jugadores, la ausencia de un liderazgo claro sobre el campo, el mal ambiente del vestuario derivado de reproches bobos, el abandono de un jugador del grupo con la carga anímica que ello conlleva para algunos de sus compañeros, la falta de entrenamientos, la pérdida de motivación al no poder optar al ascenso, todas esas razones contribuyen, pero por encima de todo solo una, sino disfrutas de lo que haces la pregunta es para que lo haces, y más en una actividad que se supone hacemos de forma voluntaria porque nos gusta, a día de hoy parece que para nosotros jugar al baloncesto se ha convertido en una carga más que un juego, nos falla la sonrisa.

viernes, 19 de marzo de 2010

desidia

por la forma en que estamos tomando este final de temporada cualquiera diría que por nuestra parte la liga ya se ha acabado, la asistencia a los entrenamientos de esta semana se puede calificar de cualquier cosa menos de "asistencia", entre compromisos laborales, la Champion League, el elevado nivel de testosterna de algún jugador que le impide la concentración continuada en el baloncesto, que es San José, tenemos puente y que tengo un viaje, que el autonómico juega en Orihuela o por cierto que me voy a la nieve a Granada, pues eso, parafraseando aquel gran lema inscrito en la camiseta de más de uno de mis jugadores en anteriores temporadas "que entrene otro", como muestra el número máximo de integrantes del equipo en los entrenamientos de la semana, cuatro, llegando a la irrisoria cifra de dos jugadores en el entreno de ayer jueves. En cierta manera es comprensible, de estar peleando por el ascenso en apenas dos semanas estamos en tierra de nadie, cuando tienes una expectativa y ya no la puedes cumplir es inevitable cierta sensación de desazón, la temporada no va a cambiar demasiado y es difícil mantener la concentración, nos quedan cinco partidos y por muy mal que lo hagamos nuestro balance de victorias derrotas ya no puede ser negativo, siendo muy improbable, aunque matemáticamente todavía posible, que bajemos de la séptima posición aún así, creo que el esfuerzo realizado este año por el grupo no merece un "deja vú" final, el dejarnos llevar y terminar con mal sabor de boca la temporada.

miércoles, 17 de marzo de 2010

los viejos "rockeros"

cuando ayer me di cuenta que en la entrada previa de este diario digital había ocho comentarios me alegre un montón e ingenuamente pensé que siempre es bueno que lo lean a uno, cuando comprobé de que iba la cosa ya no me alegré tanto. Me sorprendió la visceralidad de las opiniones vertidas, en ambos sentidos, a raíz del partido que jugamos el domingo y el comprobar como la rivalidad deportiva mal entendida se trasforma casi en insulto, el constatar como es relativamente fácil el perder el sentido del juego y de la competición trasformandolo todo en una ofensa personal, en la necesaria búsqueda del honor perdido y en la recuperación de la afrenta pasada; lo que más me sorprendió de todo lo sencillo que es que las cosas se vayan de madre y terminen enfrentando a personas que se conocen de muchos años, que han compartido torneos y campeonatos mil y que incluso han jugado juntos alguna vez . Y todo esto derivado, como dice un amigo que juega en nuestro rival del domingo, del choque entre dos equipos que "se tienen ganas" deportivamente hablando. El equipo contra el que jugamos esta jornada, por cierto nos ganó con un partido muy sólido de su parte superándonos de paso en la clasificación, se sustenta en un siempre difícil equilibrio entre veteranía y juventud, los más jóvenes ponen defensa, el físico y el apoyo, los más veteranos el tempo del partido, la experiencia y los puntos decisivos; entre estos veteranos un base zurdo especialista en dominar el ritmo del partido y con gran visión de juego - a la asistencia con pase picado por el centro de la zona buscando el corte de un compañero que ganaba la linea de fondo de este domingo me remito - y un alero tirador que es un autentico "killer" de la canasta capaz de sacarse de la chistera un tiro decisivo en cualquier momento- hay un equipo de Alicante que viste de amarillo que aún están pensando en los dos triples que les clavó al final del último cuarto en Orihuela para darle la vuelta al partido y ganar ese encuentro -que demuestran que quien piense que la motivación de un tío que ronda los cuarenta años que juega en esta liga de la segunda zonal es la de hacer un poco de deporte los fines de semana y divertirse con los amigos echando unos "tiros" es que no conoce a estos dos, competitivos a más no poder, no les gusta perder ni en los entrenos, se toman los partidos como una batalla, mandan en el campo, en la grada, ordenan y dirigen, opinan, crean el ambiente más favorable a sus intereses, hablan y protestan a los árbitros, en una palabra ejercen; algunos creen que esto por su parte supone un control excesivo sobre sus compañeros y su equipo, yo simplemente lo llamo liderazgo.

viernes, 12 de marzo de 2010

arena en los bolsillos

llevo toda la semana fuera de casa por motivos laborales y en estos últimos cinco días solo pude dirigir el entreno del lunes, me pusieron falta en la sesión de entrenamiento de este miércoles que aprovechando mi ausencia se pasó a martes por motivos "futbolísticos" que a su vez pasó a no celebrarse por falta de quórum de jugadores y también me pusieron falta en la sesión del jueves; en resumen que me queda lejano el partido del sábado anterior y estoy más en la jornada que viene, jugamos este domingo contra nuestra inmediato perseguidor en la tabla, que en la jornada pasada. Desde la distancia del tiempo y la mala baba que se me quedó tras un partido nefasto por nuestra parte, distancia que por cierto no viene nada mal, algunos apuntes sobre nosotros, el equipo está claramente en un bache de juego, muy por debajo del nivel de hace relativamente pocos partidos, y en un bache de resultados, una victoria en los últimos cuatro encuentros por muy pocos puntos y frente al antepenúltimo clasificado son nuestros números. Las dificultades por las que pasamos para atacar el aro en nuestro último encuentro son preocupantes, uno de mis jugadores concentró más del cincuenta por ciento de los puntos -por cierto en menos de treinta minutos de juego-en contraste con la poca aportación ofensiva de nuestro juego interior y nuestros ajustes/desajustes en defensa con rachas de buena presión combinadas con minutos de "huelga de brazos caídos" con excesiva flotación al rival son indicadores claros que algo no funciona. Lo peor las sensaciones, jugamos con una velocidad de menos y hemos cambiado nuestra intensidad habitual por una ansiedad que nos come, en el último partido estuvimos más tiempo calmando el mal rollo entre mis jugadores que pensando en el contrario, de hecho estamos sobreviviendo a base de aportaciones individuales que compensan la nula aportación como conjunto de un equipo que vive sensaciones contradictorias. Como equipo hemos perdido el equilibrio y no somos capaces de aportar más todos juntos que cada uno por separado, de hecho nos ha pasado lo contrario, hemos perdido en esta etapa nuestro nivel de juego porque hemos perdido el valor añadido que daba el conjunto y hemos dejado de hacer cosas que antes estábamos haciendo, fundamentalmente dos, en ataque la circulación de balón acompañada del ocupar espacios, cuando los hombres interiores se quejan que les llegan pocos balones y los hombres exteriores se quejan que nunca vuelve un balón que entra a los pivotes, y teniendo en cuenta que ambos se quejan a la vez, la conclusión es que no hay circulación fluida, no me ofrezco al balón, no ayudo ofreciéndome, no movemos la defensa rival, no hay buenas opciones de tiro y por tanto la producción ofensiva disminuye; en la defensa básicamente hemos perdido intensidad, excesiva polémica externa y debates estériles, "que si me dicen, que si yo digo, que me ha molestado que me digan..." y resultado de todo ello menos concentración, menos intensidad, menos robos de balón, menos punteos, tiros más fáciles para el rival, más facilidades al rebote ofensivo rival, más oportunidades de segundos tiros, más puntos recibidos. Mi diagnostico está claro, la situación es más emocional, en que estoy pensando y que quiero hacer, que de aptitud, que sabemos y podemos hacer. Si mejoramos la actitud recuperaremos juego, la elección parece fácil, a ver este domingo.

lunes, 1 de marzo de 2010

prohibido no levantarse

terminamos una semana "negra" para nuestros intereses. Lo que se intuía como nuestra oportunidad para dar el salto definitivo en postular a nuestro equipo a optar por una de las dos plazas de ascenso del grupo F de la segunda zonal con tres partidos en una semana ha terminado siendo para nosotros una particular "semana trágica". Comenzamos el sábado de la semana pasada con nuestra inesperada derrota en casa ante un rival que con su victoria a domicilio por un punto sobre nosotros se ha convertido en rival directo, papelón tras la derrota y esperanza en remontar la situación por las sensaciones derivadas del buen entreno del miércoles y cierta recuperación del ambiente del equipo. Seguimos con una derrota apabullante el viernes por la noche en nuestro partido atrasado de la jornada 16 frente al líder en su casa en un partido clave para nosotros en esta temporada si queríamos hacer algo, tras tres buenos primeros cuartos donde con nuestra defensa individual controlamos su juego exterior el equipo se diluyó como un azucarillo en el tramo final del encuentro y termino pasando sobre nosotros un tsunami en forma de jugadores de baloncesto que nos barrió de la pista y nos dejó noqueados. Menos de doce horas después jugábamos en Alicante otro partido, el de la jornada corriente, enfrente un rival de la parte media baja de la tabla en una pista exterior muy complicada; el equipo con uno de sus peores partidos en ataque aguantó solo tres cuartos, el cansancio físico y psíquico de algunos de los jugadores fue excesivo para el grupo, terminamos derrotados en el tramo final del encuentro, agotados, con el ánimo por los suelos y algunos de los jugadores casi sin hablarse. Tres partidos, tres derrotas, la ilusión del ascenso rota en mil pedazos y un equipo fracturado en su ánimo común y en caída libre, tras todo esto una pregunta en el aire ¿qué ha pasado o qué esta pasando? Uno de nuestros rivales de esta semana amigo o por lo menos conocido de uno de mis jugadores le comenta tras el partido que jugamos el viernes que nuestro problema como equipo es que no tenemos unidad y que estar unidos es la clave de su buena temporada. Estando de acuerdo en parte de su comentario la reflexión para nosotros entiendo es más profunda, por supuesto que la unidad es importante y por supuesto que el rendimiento aumenta si el equipo tiene eso, espíritu de grupo, pero os puedo asegurar que he estado en equipos con muchísimo espíritu de grupo cuyas temporadas a nivel deportivo dejaban bastante que desear, de hecho esto es como el dicho de "quien fue primero, la gallina o el huevo" donde resulta que también pasa que los buenos resultados siempre generan mayor unidad en los grupos que los consiguen. A los hechos me remito, el mal rollo es directamente proporcional al número de derrotas en tu casillero, si alguien no me cree que repase mentalmente el estado de ánimo de mis jugadores el sábado por la tarde después de perder en Alicante y acumular su tercera derrota consecutiva en una semana y descubrirá algo muy parecido al resentimiento. A mis jugadores no es que les falte unidad, las cenas y buen rollo posterior a los partidos entre ellos así lo demuestran, lo que nos falta es serenidad, saber enfrentarnos a nuestra propias limitaciones como equipo para jugar al baloncesto, aprender a vivir con ellas y explotarlas en nuestro propio beneficio. Nuestra dinámica de la temporada nos ha generado una combinación explosiva, tras el ajuste de inicio de temporada logramos equilibrar el equipo lo que nos llevó a desarrollar un buen baloncesto, encadenar una buena racha de resultados positivos - quiero recordar con mucho sufrimiento en bastantes de ellos - y en parte también gracias al calendario iniciar la segunda vuelta en el máximo de nuestro potencial para situarnos en una posición en donde si soy sincero ninguno de los integrantes del equipo ni de su directiva apostaba por estar al inicio de temporada, en la lucha directa por el ascenso. A partir de ahí lo inevitable, la ambición por subir, el querer estar, el no permitirte fallar, examinarte semana a semana con la obligación de no perder para mantener el objetivo, la presión del día a día y con ello la excesiva ansiedad, parece que olvidamos que estamos en esto para divertirnos. Esta muy bien que el equipo tenga ambición no se resigne y quiera ascender, ahora bien, si no gestionamos bien la presión puede ocurrir lo que nos ha pasado durante esta semana, antes, durante y después de los partidos hacemos crack, cuando las cosas no salen bien no mantenemos la serenidad suficiente para analizar que estamos haciendo mal y como podemos mejorar; frente a eso siempre es más fácil buscar culpables, el arbitro y su arbitraje parcial, mis otros compañeros y su falta de compromiso, el planteamiento táctico que no es el adecuado, las rotaciones en la cancha y así un largo etcétera. A buen seguro que cada uno de esos factores ha contribuido en parte a que las cosas no salieran del todo bien, y sin embargo si me paro a reflexionar los árbitros que nos pitan son más o menos los mismos que hace dos semanas, los integrantes de mi equipo son los mismos con los que comenzamos absolutamente comprometidos con este proyecto la pretemporada allá por el 31 de agosto del año pasado, con sus virtudes y sus defectos, y nuestro planteamiento táctico y política de rotaciones el de hace como diez jornadas. Parece pues que este equipo no ha cambiado tanto, es posible que hace dos semanas no fuéramos tan buenos y que en esta semana que acabe no seamos tan malos, que llegar a nuestro potencial como equipo dependa de algo tan sencillo como que volvamos a disfrutar del juego y no del resultado. En el baloncesto como en la vida si quieres tirar para delante y llegar a algo hay una consigna clara, esta permitido caer, todo el mundo se equivoca y de los errores se aprende, lo que si está prohibido es no levantarse. Nos quedan siete partidos. El sábado jugamos de nuevo.